jueves, 19 de abril de 2007

El Valle azul de Alberto Montoya

Publicada el 14 febrero2007 en el Diario El Reloj de Hidalgo

A primera vista

El Valle azul de Alberto Montoya


Aida Suárez Chávez

Ciento sesenta y ocho páginas con frases de cualquier parte del mundo. 120 de proverbios y 92 de refranes recrean, sin duda, primero la vista, luego el oído y, al final, el humor.
No es una enciclopedia con cosas curiosas que han escrito hombres y mujeres también. Es la producción más reciente de Alberto Montoya que lleva el nombre de “Valle Azul 124.” Y, sí, la portada es de un color azul intenso, agradable a la vista.
Presenta este libro en dos partes, la primera es la de dichos, frases, proverbios y refranes que lo mismo dan cuenta de otras culturas, así como de la nuestra.
Montoya va a la caza de estas sumas de palabras que encierran toda una verdad sin necesidad de echarse todo el rollo. ¡Cuan sabias son!
Le comparto una que a la vez comparte el escritor y que es de la pluma de San Jerónimo: “Trabaja en algo, para que el diablo te encuentre siempre ocupado”. Otra: “Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas”, de Vicente Van Gogh. Una más: “Los periodistas deben criticar, pero no azotar a nadie”, es de Luis Herrero.
Y así, línea tras línea se pueden encontrar formas y modos de hablar de lo que cada uno siente y piensa.
Montoya, servidor público, contrario a lo que se podría imaginar, no espera convertirse en escritor ni político porque “sería ofender a quienes de veras lo son”, señala Carlos Sevilla Solórzano, periodista, quien hace la presentación del libro en la solapa.
Carolina Viggiano, quien escribe el prólogo de este “Valle azul 124” dice de Montoya, parafraseando a Gabriel García Márquez que él escribe para que sus amigos lo quieran, que tiene “bien afianzadas sus amistades, él escribe para vengarse de ese silencio que a los hidalguense no nos viene muy bien; escribe a manera de provocación…”
Coincido con Viggiano y con Sevilla, cuando este último señala que Montoya emplea buen humor pero también fina ironía.
Ya tiene usted amable lector lectora, varios elementos para buscar el libro y encontrar la página que está buscando, el proverbio, la frase.
Encontrar a hidalguenses que tengan la acuciosidad por integrar todo lo que las mujeres y los hombres hemos dicho de nosotros mismos, convoca a seguirlos.
La segunda parte de “Valle azul 124” incluye anécdotas y locuras, como la que México vivió intensamente, independientemente del partido en que milite, ante el asesinato de Luis Donaldo Colosio, entonces candidato a la Presidencia de la República, por el PRI, en 1994.
Así da cuenta de otras anécdotas de personajes de la vida pública y política de este país. Sin más provocan la risa de lo ocurrido, pero también por el atrevimiento del compìlador.
También se convierte en una guía de buenas costumbres para no quedar como naco y evitar decir algunas palabrillas que lo podrían delatar. Si es usted político, mejor apréndaselas. Y si no, vaya anotándolas, como esta que evite: “Vestir los asientos del carro con camisetas” o la de “llorar con las canciones de los Temerarios”.
Ahí tiene usted un libro en el que se puede pasar un buen rato ante datos y retratos del día a día.
Un compendio de ideas que ha recopilado Alberto Montoya en una edición propia. Bienvenido el “Valle azul 124”.

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