jueves, 19 de abril de 2007

Sobre periodistas y el riesgo

Publicada el 18 abril 2007 en el Diario El Reloj de Hidalgo

A primera vista

Sobre periodistas y el riesgo

Aida Suárez Chávez

A doce días de la muerte de Amado Ramírez otro caso sobre desaparición de periodistas queda pendiente, lastimosamente inconcluso y, como este, tal vez se sume a los expedientes que se queden sin resolver. Se ha convertido en un desafío.
La investigación de la muerte del corresponsal de Televisa en Acapulco ha girado en dos vertientes: que la ejecución tuvo que ver con el narcotráfico y, la segunda, que no fue así.
Tal vez estas sean las consecuencias de los gobiernos de la República y del Distrito Federal por combatir al narcotráfico, por intentar sanear al país de la circulación de enervantes que han hecho mucho daño a las familias mexicanas, en su salud y economía.
Las agrupaciones de periodistas han manifestado su total desacuerdo. Tal es así que está circulando una carta en la que se señala el riesgo en que viven periodistas de Guerrero, México y el mundo al realizar su labor. Tal es el caso de otros tres desparecidos de apellidos Bueno León, Aguilera Lucas y Misael Tamayo, muertos también en Guerrero.
Y señala en uno de sus párrafos:
“No es posible que en sociedades democráticas, como la que hemos electo, conlleven el riesgo de muerte a quienes tienen la obligación de informar a la sociedad. Condenamos enérgicamente la muerte de nuestro compañero y exigimos se esclarezca y castigue a los culpables del crimen”.
Esta muerte del viernes santo en Acapulco obliga a mirar nuevamente hacia la labor que se realiza en el quehacer periodístico cuando lo que se informa, lo que se publica, con fuentes fidedignas, nombres y apellidos provoca el resquemor de los involucrados y no solamente lo discuten, sino que se conducen con violencia y hasta a quitarle la vida a un informador.
Vaya pues un llamado para que esta profesión, la del periodismo, siga siendo animada por la gente que, es a final del día, la que interesa, parafraseando al querido periodista Kapuscinsky.
Pero si se trata de que quienes se sientan afectados por una publicación, ahora, de acuerdo con la despenalización de los delitos de prensa, que son calumnia y difamación, podrán solicitar sea reparado el daño pero por la vía civil y no penal.
Así fue como se anunció en el Congreso de la Unión al derogar los delitos de difamación, injurias y calumnia del Código Penal.
En Hidalgo los diputados no han considerado que este asunto se pueda llevar a cabo y estudiarán, analizarán y discutirán para conocer más sobre las consecuencias de la despenalización.
Otro asunto pendiente que queda en manos de los legislativos.
Hasta el próximo miércoles.




Publicada el 18 abril 2007 en el Diario El Reloj de Hidalgo

A primera vista

Sobre periodistas y el riesgo

Aida Suárez Chávez

A doce días de la muerte de Amado Ramírez otro caso sobre desaparición de periodistas queda pendiente, lastimosamente inconcluso y, como este, tal vez se sume a los expedientes que se queden sin resolver. Se ha convertido en un desafío.
La investigación de la muerte del corresponsal de Televisa en Acapulco ha girado en dos vertientes: que la ejecución tuvo que ver con el narcotráfico y, la segunda, que no fue así.
Tal vez estas sean las consecuencias de los gobiernos de la República y del Distrito Federal por combatir al narcotráfico, por intentar sanear al país de la circulación de enervantes que han hecho mucho daño a las familias mexicanas, en su salud y economía.
Las agrupaciones de periodistas han manifestado su total desacuerdo. Tal es así que está circulando una carta en la que se señala el riesgo en que viven periodistas de Guerrero, México y el mundo al realizar su labor. Tal es el caso de otros tres desparecidos de apellidos Bueno León, Aguilera Lucas y Misael Tamayo, muertos también en Guerrero.
Y señala en uno de sus párrafos:
“No es posible que en sociedades democráticas, como la que hemos electo, conlleven el riesgo de muerte a quienes tienen la obligación de informar a la sociedad. Condenamos enérgicamente la muerte de nuestro compañero y exigimos se esclarezca y castigue a los culpables del crimen”.
Esta muerte del viernes santo en Acapulco obliga a mirar nuevamente hacia la labor que se realiza en el quehacer periodístico cuando lo que se informa, lo que se publica, con fuentes fidedignas, nombres y apellidos provoca el resquemor de los involucrados y no solamente lo discuten, sino que se conducen con violencia y hasta a quitarle la vida a un informador.
Vaya pues un llamado para que esta profesión, la del periodismo, siga siendo animada por la gente que, es a final del día, la que interesa, parafraseando al querido periodista Kapuscinsky.
Pero si se trata de que quienes se sientan afectados por una publicación, ahora, de acuerdo con la despenalización de los delitos de prensa, que son calumnia y difamación, podrán solicitar sea reparado el daño pero por la vía civil y no penal.
Así fue como se anunció en el Congreso de la Unión al derogar los delitos de difamación, injurias y calumnia del Código Penal.
En Hidalgo los diputados no han considerado que este asunto se pueda llevar a cabo y estudiarán, analizarán y discutirán para conocer más sobre las consecuencias de la despenalización.
Otro asunto pendiente que queda en manos de los legislativos.
Hasta el próximo miércoles.

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