sábado, 6 de febrero de 2010

Byron Gálvez deja su obra plástica urbana, bronce y policromía

Publicado por revista Alas de noviembre 2009

Su casa en Mixquiahula, bella, moderna, con una gran vista hacia la barranca, resguardará, junto con su esposa Eva, el arte y el bullicio de los amigos que invitaba para compartir tardes espléndidas, entre rica comida y bebidas consagradas

Texto: Aída Suárez Chávez

Con la voz entrecortada Eva Beloglovsky, compañera de vida de Byron Gálvez, agradeció las muestras de cariño y dijo que ante la muerte de su esposo queda en paz “porque él siempre me la dio”.

Precisamente el 28 de octubre, día que se realizó el homenaje de cuerpo presente en el vestíbulo del auditorio Gota de Plata, Byron cumpliría 68 años. Murió de cáncer de estómago, un día antes en la cuidad de México.

Fue recordado por Lourdes Parga Mateos, directora general del Consejo estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, como un hombre “que deja un legado prolífico; el artista vive y permanece con su obra, Byron ha alzado el vuelo. Ahora su vida y muerte están en equilibrio”.

Afuera del auditorio, la Calzada pictórica, con el pisal de Byron, realizado en cerámica de alta resistencia de 31 mil metros cuadrados y que dedicó a la mujer del mundo. Es el punto de unión y centro del Parque Ben Gurión, que él mismo impulsó desde el 2004 y en donde se encuentran también la Biblioteca Central, un centro de convenciones y un hotel, además de un Museo de arte contemporáneo que espera ser concluido.

Su cuerpo estuvo presente en el ataúd de madera, rodeado de rosas, alcatraces y crisantemos blancos, al frente, una fotografía en blanco y negro de este hombre-artista, originario de Mixquiahuala.

El gobernador Miguel Osorio Chong y su esposa Laura Vargas saludaron a Eva, a sus hijas e hijos. Hicieron la guardia de honor acompañado del alcalde de Pachuca Francisco Olvera; el coordinador del Congreso, Roberto Pedraza; el presidente del Poder Judicial, Lucas González; el secretario de Gobierno, Gerardo González; la diputada federal Carolina Viggiano y el rector de la Uaeh, Luis Gil Borja. Le siguieron funcionarios y representantes populares.

Antes, el poeta Arturo Guzmán hizo una alegoría sobre Byron, su vida y obra.

Artistas plásticos, secretarios, funcionarios y familiares acudieron al homenaje. Momentos después los restos de Byron regresaron al Panteón Francés, donde sería cremado y entonces se definiría dónde serán depositadas sus cenizas.

Una escultura en bronce de 9 metros de altura para recibir el año 2000, permanece en el bulevar Felipe Ángeles, muy cerca del Parque Ben Gurión. Dos obras de gran formato, otras más en Mixquiahuala y un mural escultórico en Los Ángeles, California; el del Conservatorio Nacional de Música, en el Distrito Federal; el Torso Reclinado, en el Lobby del Hotel Nikko; una escultura de 6 metros de altura en la entrada del Edificio Altiva, en la Ciudad de México, entre otras.

Byron dijo alguna vez de su obra, de la policromía, de las formas:

“Básicamente se trata de geometrismo. Toda esta obra se va desarrollando con un sentido geométrico, es un tipo de postcubismo que va tomando cierto lirismo. Con los años la obra ha adquirido su propia personalidad. No es un cubismo clásico, más bien posee una composición modernista”.

Se le llegó a llamar el “Picasso mexicano”, lo que él nunca aceptó.

Su casa en Mixquiahula, bella, moderna, con una gran vista hacia la barranca, resguardará, junto con su esposa Eva, el arte y el bullicio de los amigos que invitaba para compartir tardes espléndidas, entre rica comida y bebidas consagradas.

Hasta pronto Byron.


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