Publicado por revista Alas de noviembre 2009
Su casa en Mixquiahula, bella, moderna, con una gran vista hacia la barranca, resguardará, junto con su esposa Eva, el arte y el bullicio de los amigos que invitaba para compartir tardes espléndidas, entre rica comida y bebidas consagradas
Texto: Aída Suárez Chávez
Con la voz entrecortada Eva Beloglovsky, compañera de vida de Byron Gálvez, agradeció las muestras de cariño y dijo que ante la muerte de su esposo queda en paz “porque él siempre me la dio”.
Precisamente el 28 de octubre, día que se realizó el homenaje de cuerpo presente en el vestíbulo del auditorio Gota de Plata, Byron cumpliría 68 años. Murió de cáncer de estómago, un día antes en la cuidad de México.
Fue recordado por Lourdes Parga Mateos, directora general del Consejo estatal para
Afuera del auditorio,
Su cuerpo estuvo presente en el ataúd de madera, rodeado de rosas, alcatraces y crisantemos blancos, al frente, una fotografía en blanco y negro de este hombre-artista, originario de Mixquiahuala.
El gobernador Miguel Osorio Chong y su esposa Laura Vargas saludaron a Eva, a sus hijas e hijos. Hicieron la guardia de honor acompañado del alcalde de Pachuca Francisco Olvera; el coordinador del Congreso, Roberto Pedraza; el presidente del Poder Judicial, Lucas González; el secretario de Gobierno, Gerardo González; la diputada federal Carolina Viggiano y el rector de
Antes, el poeta Arturo Guzmán hizo una alegoría sobre Byron, su vida y obra.
Artistas plásticos, secretarios, funcionarios y familiares acudieron al homenaje. Momentos después los restos de Byron regresaron al Panteón Francés, donde sería cremado y entonces se definiría dónde serán depositadas sus cenizas.
Una escultura en bronce de
Byron dijo alguna vez de su obra, de la policromía, de las formas:
“Básicamente se trata de geometrismo. Toda esta obra se va desarrollando con un sentido geométrico, es un tipo de postcubismo que va tomando cierto lirismo. Con los años la obra ha adquirido su propia personalidad. No es un cubismo clásico, más bien posee una composición modernista”.
Se le llegó a llamar el “Picasso mexicano”, lo que él nunca aceptó.
Su casa en Mixquiahula, bella, moderna, con una gran vista hacia la barranca, resguardará, junto con su esposa Eva, el arte y el bullicio de los amigos que invitaba para compartir tardes espléndidas, entre rica comida y bebidas consagradas.
Hasta pronto Byron.
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